sábado, 4 de octubre de 2014

Y se viene la peregrinación número 40

Estamos a pocas horas de comenzar la peregrinación 40, aunque ya muchos empezaron a hacerlo.

Muchos caminan, otros acompañan,  un tanto más rezan desde su casa o trabajo, lo cierto es que el corazón se "encamina" a la casa d e la Madre.

Algunos a los que les cuesta entender un poco de que se trata dice: llueve, se suspende?

¿Quién cuando llueve deja de visitar a su mamá?

La peregrinación es como la vida en chiquito: vamos de camino al encuentro con Dios, y los santuarios son un poco de cielo en la tierra.

Cientos de miles caminan, cantan, sufren, caen y se levantan; lluvia, sol que golpea la cara, frío de la noche, rocio de la madrugada: así es la existencia de todo hombre que peregrina la vida... ¿y vamos a dejar que las cosas si interpongan?

El peregrino no va solo por él.  Lleva en su corazón todo lo de los suyos. Lleva los deseos, anhelos, dolores, gratitudes, pedido de cientos que quisieran estar y no pueden. Le prestan sus pies para que muchos vayan "caminando" la distancia junto a ellos.

Llegar cansado a la casa de la Madre, como cuando llegamos a casa después de trabajar, sabiendo que nos esperan los ojos tiernos de María, el manto que cobija, el corazón que entiende y sostiene.

Hacia tu casa en Lujan peregrina el Pueblo de Dios para encontrarse con vos y tu Hijo amado, Jesús el Señor!

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