Como la gran mayoría de los que vivimos
en Argentina estuve siguiendo por los medios lo que sucedia en los tribunales
de Tucumán en relacion al juicio por la desaparición de Marita Verón.
En ese camino fuimos conociendo y
reconociendo a Susana Trimarco, su mamá, y a su hija Micaela, como mujeres
merecedoras de respeto. Mujer coraje e hija ejemplar, que con pocos años muestra mayor
dignidad que muchos de los que con la acción u omisión hacen posible que
cientos de mujeres desaparezcan y crezca la trata y la prostitución.
No soy especialista en derecho y no se
si la sentencia de absolución de los 13 imputados estuvo bien o mal, lo cierto
es que sorprendió a todos.
Sorprende que no haya en todo el
país condenados por este tema.
Sorpresa es que haya caido el estado
parlamentario del proyecto de reforma de la ley antitrata. De esto los
legisladores tendrán que dar cuenta, y por sobre todas las cosas llamarse a un
religioso silencio.
Hay una sensación común que detrás de la
trata hay una red política, policial y judicial que la hacen posible, si no
fuera así es increíble que haya tantas desapariciones.
Como sociedad tenemos que sacarnos el
sombrero ante Susana Trimarco, esa mujer fuerte y capaz de todo por su hija, su
nieta y por tantas chicas que lograron la libertad, gracias a su lucha y la de su
fundación.
Lo que el estado no hace, no puede o no
quiere hacer, lo logró instalar una MUJER con convicciones y coraje para
enfrentar la dificultad, llena de amenaza que incluían atentar con su vida y la de su nieta.
Que paradoja, al otro día de celebrar el
día de los DDHH, contemplamos uno de los ataques más grandes a la dignidad de
las personas que va más allá de un juicio, es un modo de ser social que tenemos
que cambiar.
La indiferencia de algunos, el abuso y
uso de las mujeres de otros, y la ausencia del poder del estado hacen posible
mucho de lo que hoy estamos llorando.
Acompañemos a Susana y su lucha, que sea
la de todos.
Terminamos el día con dolor en el alma,
ojalá que sea solo algo pasajero y que la justicia aparezca, junto a Marita.
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